martes, 25 de junio de 2013

Una noche en Amalfi

Sergio no contemplaba la posibilidad de que Lidia se hubiera largado sin más. Tenía que haberle ocurrido algo en Amalfi, quizás la compra le había llevado más tiempo de lo que pensaba y había perdido el último bus, o había tenido problemas enviando el maldito informe. 
Se comportaba como un león enjaulado, dando vueltas por el apartamento alquilado, pasando por la terraza, la habitación y la cocina. Por mucho que se quedara mirando la nevera, ya sabía que había acabado con todas las bebidas que ésta contenía. Abrió el portátil y descargó las fotos de la cámara. Mirando las fotos de otra carpeta encontró una que no se correspondía con aquel viaje. Lidia llevaba en brazos a un crío, pero no podía ser Guille puesto que nunca habían ido a la playa los tres juntos. 
Escuchó ruido en la terraza del apartamento contiguo y le gustó la idea de poder compartir sus inquietudes con alguien. Era un hombre español llamado Alejandro. Estuvieron hablando un rato y finalmente decidieron ir juntos andando a Amalfi. Sergio no sabía qué era, pero había algo en Alejandro que no terminaba de gustarle. Se sentía continuamente escrutado por éste, como si su nuevo acompañante tuviera el control de la situación...

Una noche en Amalfi es una novela trepidante, la tensión va aumentando conforme vamos avanzando en la lectura. Ésta es la razón por la que resulta tan adictiva, además es tremendamente psicológica, ya que el libro nos permite introducirnos en la cabeza del protagonista dónde, debido a la confusión y al nerviosismo, los pensamientos revolotean y se asocian unos con otros a un ritmo vertiginoso.

Otro aspecto a destacar es la ambientación, resulta esencial y ayuda a crear el clima perfecto de incertidumbre y expectación, sin duda me refiero a los acantilados escarpados que resultan imponentes por la noche, una carretera apenas transitada con poca iluminación, un túnel completamente a oscuras, el calor, las picaduras de mosquito...Todo ello, en consonancia con el argumento, transmite una sensación de angustia al lector.

Pienso que es una buena novela negra, absorbente, de fácil lectura y con un final sorprendente. Estoy segura de que disfrutaréis de principio a fin leyéndola, de hecho me parece que es la compañía perfecta para una tarde-noche de vacaciones.

Begoña Huertas (Gijón, 1965) es filóloga y escritora. Ha tenido éxito tanto con el género del ensayo como con el de la novela. Entre sus obras más conocidas encontramos: Ensayo de un cambio: la narrativa cubana en la década de los 80 (1994) por la que obtuvo el Premio casa de las AméricasPor eso envejecemos tan deprisa (2001) y En el fondo. Pide una copa paga Proust (2009). Una noche en Amalfi es su última novela, además también ha publicado un  libro de relatos: A tragos (1996). Actualmente reside en Madrid y forma parte del staff de Hotel Kafka.
Si os apetece podéis seguirla en twitter.

jueves, 20 de junio de 2013

Blunderbuss

Ya era hora de que escribiera un post sobre música!!
Blunderbuss es el primer disco en solitario de Jack White. La verdad es que al principio me daba un poco de miedo escucharlo, porque soy fan de los White Stripes y no estaba convencida de si me iba a gustar la incursión en otros estilos que ha realizado Jack en este disco.
Pero tras escucharlo, me quedé terriblemente fascinada con la mayoría de las canciones (de hecho todavía llevo el disco entero en el móvil).

Creo que ha hecho un trabajo increíble, podemos encontrar sonidos de folk, country, blues y jazz siempre acompañados de rock. Las letras de las canciones nos hablan de rupturas, desengaños, algunas de ellas son un tanto perturbadoras como Hypocritical kissLove interruption.  Pero sin duda, lo que me ha enamorado del disco han sido las composiciones de piano para las canciones, diría que son brillantes y que ponen de manifiesto el gran talento de este artista.

Las canciones más rockeras y potentes del disco son Freedom at 21 y Sixteen Saltines:



Una peculiaridad de la gira de Blunderbuss es que hay dos orquestas que acompañan a Jack en el escenario, una está compuesta enteramente por mujeres y la otra por hombres. Se van intercalando en los conciertos y el resultado es impresionante tanto con una como con la otra.

Un concierto con la orquesta femenina

Y para terminar otras dos canciones en las que el piano es protagonista: Hypocritical kiss y I guess I should go to sleep.



Me despido con una canción que Jack ha versionado (la original Love is blindness de U2) para la película de El gran Gatsby. Además creo que ya está grabando en el estudio alguna canción para su segundo disco, podéis seguir las noticias y comprar merch en su web.




miércoles, 19 de junio de 2013

Croc Croc

Croc Croc es un esqueleto diferente, tiene la cabeza roja y por esta razón sus compañeros se burlan todo el tiempo de él. Cuando llega a casa parece que se aleja de todas las murmuraciones y las bromas pesadas. Pero por la noche las pesadillas no dejan de atormentarle con lo mismo una y otra vez.
En la excursión al monte nevado que ha organizado su clase, un percance servirá de prueba para que todos se den cuenta de sus valores...

Y así, por casualidad voy descubriendo obras de autores e ilustradores desconocidos para mí. Me acuerdo de que estaba echando un vistazo a la sección de ilustración y cómic de la BUR, cuando lo vi y decidí llevármelo a casa para mirarlo tranquilamente.


El toque de ultratumba que tienen las ilustraciones me ha encantado y me ha parecido muy original. En este caso el juego con el color rojo resulta muy significativo a lo largo de todo el libro. Además me ha parecido interesante como la historia termina con una lección moral importante sobre el respeto y la integración. Sólo me queda recomendarlo!!

Stéphane Levallois, casi podríamos llamarle el Señor X  porque he encontrado muy pocas fotos suyas y ni una triste biografía, de lo cual deduzco que es joven y su obra no debe de ser muy conocida. Podéis encontrar noticias sobre sus trabajos y obras en su página web y en su cuenta de facebook.


martes, 18 de junio de 2013

Los borrachos de mi vida

Ni siquiera adiós
Ocurre en silencio, la sangre, el hospital, el informe médico...o quizás es el silencio el que se apodera del vacío que deja un proyecto fallido, una vida que ya no verá la luz. No hay lugar para decir adiós, sólo ocho rayitas y tres informes, es todo lo que queda. 
Pero hay voces desconocidas en las que encontrar consuelo. Mujeres anónimas que han pasado por situaciones similares y conocen el dolor, la frustración y el desasosiego que va consumiendo el ánimo. Sus palabras consiguen avivar la esperanza de seguir adelante...

Amapola Blanca, sube al coche
Sus caminos se cruzaron cuando ella tenía 17 años y medio. Lo conoció en El Museo del Whisky. Era verano y había ido con unos amigos a disfrutar del Festival de Jazz de San Sebastián. Él estaba en la barra, tomando un whisky mientras tocaba una especie de teclado imaginario. La mandó a hacer puñetas en cuanto tuvo ocasión, no sin antes invitarla a una Coronita. Poco después de aquel encuentro lo reconocería en la foto del periódico como crítico musical.
El verano siguiente, después de los conciertos, volvió a dejarse caer por el mismo bar. Y lo encontró sentado en el mismo sitio, como si no hubiera pasado todo un año. Aquella noche se acostaron, fue la primera vez que lo hacía, con la peculiaridad de que además, por edad, él podría ser su padre...

Hasta el momento no había leído ningún libro de relatos de una autora tan joven como Nuria Labari (34 años). Los relatos del libro están protagonizados, en su mayoría, por mujeres. Como denominador común, en muchos se habla de la dificultad de mantener una relación afectiva ya sea con la pareja o con los padres. Hay veces en que la comunicación entre ambas partes se hace dificultosa, como si un muro físico impidiera expresar los sentimientos, que callados, acaban enquistando en el corazón. 

Nos encontramos con situaciones, en las que el amor se torna tumultuoso, incluso tan quebradizo que amenaza con romperse inevitablemente: el alcohol que propicia la violencia, el afán por intentar cambiar al otro, la frustración por ser incapaz de concebir un hijo, la falta de reciprocidad, la diferencia de edad y el peso de los acontecimientos. El libro también nos muestra familias desestructuradas por la separación de los padres,  el egoísmo y  la encarcelación de alguno de sus miembros.

En definitiva, creo que siendo el primer libro de relatos de la autora, el resultado ha sido bastante bueno. Me ha gustado el realismo y el enfoque de temas algo escabrosos y delicados como la violencia de género y el aborto (involuntario en este caso). Además me parece que retrata con maestría los obstáculos y sentimientos encontrados con los que hay que lidiar cuando amamos, circunstancias en las que puede que nos hayamos visto reflejados alguna vez.

Otros relatos que me han gustado y que recomiendo son: De cómo se quedan los que se van, Abre la puerta, Trapos amarillos y Los objetos perdidos también lloran.




Nuria Labari (Santander, 1969) es escritora y periodista. Estudió Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Ha trabajado en el portal digital elmundo y actualmente es la redactora jefe del portal digital de mediaset. Ha escrito un único libro de relatos Los borrachos de mi vida que obtuvo el VII Premio de Narrativa Caja MadridAquí tenéis su perfil en Facebook.

Como curiosidad la ilustración de la cubierta del libro es de Juan Francisco Casas.



lunes, 17 de junio de 2013

Por casualidad en el hall de Ibercaja


Aquí va una entrada rápida para mostraros los cuadros que había en el hall del centro Ibercaja, cuando asistimos al encuentro con Andrés Neuman. La verdad es que no puedo deciros mucho sobre las obras porque al parecer son trabajos de una actividad grupal que se realiza en el propio centro. Espero que disfrutéis de las formas y colores de cada pintura y a ver si os animáis a comentar, sería interesante conocer vuestras impresiones!!


Catedral de La Redonda, Portales

Catedral de La Redonda, Portales

 Calle Portales,  Catedral de La Redonda al fondo

Calle Portales













miércoles, 12 de junio de 2013

Cuentos de la Periferia

En las afueras de la ciudad ocurren hechos extraordinarios: como el búfalo del solar que señala la dirección correcta cuando alguien anda perdido, o Eric un estudiante de intercambio, que no está muy acostumbrado a vivir a lo grande, o lo que ocurre cuando se acumulan todos los poemas olvidados, arrugados en una hoja de papel, o la interminable búsqueda de las alianzas perdidas, por no hablar de las figuras de palo, silenciosas, casi imperceptibles y a veces un poco molestas porque nadie sabe muy bien cuál es su cometido...


En total son 15 cuentos en los que Shaun Tan traspasa el límite de la realidad de una manera poética y muy original. Las ilustraciones, resaltan y aportan profundidad a estas peculiares historias, llenas de personajes con un encanto especial, como Eric, que resulta de lo más simpático y al que el autor le ha dedicado toda una obra tras la curiosidad que ha despertado en los lectores.


Es un libro para dejar volar la imaginación y reflexionar acerca del mensaje que esconde cada uno de los cuentos. Después de haber disfrutado de él y teniendo en cuenta el buen sabor de boca que me ha dejado, tengo ganas de seguir indagando en la obra de este autor. 



Shaun Tan (1974) es un ilustrador y escritor de novelas gráficas. Entre sus obras, las más destacadas son: Emigrantes (2006), Cuentos de la periferia (2008) y La cosa perdida (1999). De éste último se realizó un cortometraje con el que ganó un Óscar. Además también ha trabajado en la película WALL-E y en 2011 recibió el prestigioso Premio Memorial Astrid Lindgren.
Actualmente trabaja como freelance en Melbourne.

Podéis visitar su web aquí.

jueves, 6 de junio de 2013

Encuentro con Andrés Neuman


Hace unos días Andrés Neuman estuvo en Logroño secundando la celebración del número 34 de la revista literaria Fábula. Después de una introducción en la que se habló de la revista, Andrés tomó la palabra para deleitarnos con un recorrido por los autores que han tenido gran trascendencia a lo largo de la historia. En primer lugar realizaba un análisis de las fotografías, a través del cual extraía una serie de rasgos de la personalidad del autor, que luego conectaba con la esencia y la temática de su obra. No podía perderme semejante acontecimiento así que asistí en compañía del club de lectura El Color de la Mirada

Voy a hacer un pequeño resumen, espero que os resulte interesante:

Garcilaso de La Vega (1503 - 1536)



En ambas fotos podemos ver que Garcilaso lleva la Cruz de Santiago en sus vestiduras. La segunda foto es la más simbólica puesto que muestra el ciclo de realimentación de lectura y escritura que se encuentra relacionado con el Soneto V:

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistéis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, por vos muero.


Sor Juana Inés de La Cruz (1651 -  1695)




Juana Inés de la Cruz destacó por ser una mente brillante y adelantada a su época, además poseía una impresionante belleza. En las imágenes en las que aparece como religiosa, su gesto es algo adusto, de suma concentración, además siempre aparece volcada en su obra (bien escribiendo o estudiando). La última foto es totalmente opuesta a las otras dos en cuanto a la estética, vemos que aparece con el pelo suelto y un vestuario que realza su cuerpo. También podemos observar que el gesto de la mano es relajado, incluso resulta sugerente, abierto. Y es que esta mujer deseaba por encima de todo ser reconocida y recordada por su obra en vez de por su grácil rostro:

Quéjase de la suerte

¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En que te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.


Francisco de Quevedo (1580 - 1645)





Podríamos decir de Quevedo que era un hombre un tanto vanidoso, de hecho hay imágenes en las que se le caricaturiza. Suele aparecer con una corona de laurel, en reconocimiento a su gran obra y además su rostro es fácilmente reconocible ya que "puso de moda" los quevedos. Las consecuencias de sus deseos por ser aclamado y alcanzar la fama fueron plasmados en algunos de sus poemas:

Soneto IX

Si me hubieran los miedos sucedido
como me sucedieron los deseos,
los que son llantos hoy fueran trofeos:
mirad el ciego error en el que he vivido!

Con mis aumentos propios me he perdido;
las ganancias me fueron devaneos;
consulté a la Fortuna mis empleos,
y en ellos adquirí pena y gemido.

Perdí con el desprecio y la pobreza,
la paz y el ocio; el sueño, amedrentado, 
se fue en esclavitud de la riqueza.

Quedé en poder del oro y del cuidado,
sin ver cuán liberal Naturaleza
da lo que basta al seso no turbado.


Horacio Quiroga (1878 - 1937)





 La naturaleza es un tema recurrente en los cuentos de Quiroga y es que quedó prendado de la tierra de Misiones (Argentina) y de su selva. En la segunda imagen aparece como un joven vestido a la moda, de punta en blanco, con bigotillo, tanto la mirada como la postura transmiten seguridad en sí mismo. De hecho contrasta con las demás imágenes, en las que aparece despreocupado construyendo sus propias herramientas y remando en la barca. Podría decirse que es llamativo que quisiera dar la imagen de hombre de ciudad sobreviviendo en la selva. 

Una anécdota que resulta interesante es que Quiroga viajó a París, estuvo viviendo allí cuatro meses y al parecer le disgustó tanto su estancia (por aquel entonces podría decirse que París era "el centro" del mundo, se hallaba en pleno apogeo el florecimiento de movimientos culturales y artísticos) que prometió que nunca más volvería y así lo hizo.

Cuentos de la selva. Las medias de los flamencos

Cierta vez las víboras dieron un gran baile. Invitaron a las ranas y a los sapos, a los flamencos y a los yacarés, y a los pescados. Los pescados como no caminan, no pudieron bailar; pero siendo el baile a la orilla del río los pescados estaban asomados a la arena y aplaudían con la cola. 
Los yacarés para adornarse bien se habían puesto en el pescuezo un collar de bananas y fumaban cigarrillos paraguayos. Los sapos se habían pegado escamas de pescado en todo el cuerpo; y caminaban meneándose, como si nadaran. Y cada vez que pasaban muy serios por la orilla del río, los pescados les gritaban haciéndoles burla...


Virgilio Piñera (1912 - 1979)




Virgilio Piñera puede ser que no durmiera mucho, porque en todas las fotos su mirada es ojerosa e incluso parece adormilada. Quizás por esta razón escribió el siguiente micro-cuento:

En el insomnio

El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que enseguida tome una taza de tila y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revólver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.


Roberto Bolaño (1953 - 2003)





Roberto Bolaño fumaba y bebía en grandes cantidades, no llevaba precisamente una vida saludable. De hecho la foto del doble Bolaño por el efecto del espejo es muy significativa, los espejos se mencionan en su obra como objetos en los que al reflejarse, absorben la identidad del individuo.

Autorretrato

Entre una punta y otra sólo veo 
mi propio rostro
que sale y entra del espejo
repetidas veces. 

Como en una película de terror
¿sabes a lo que me refiero?
Aquellas que llamábamos de terror psicológico.


Federico García Lorca 






En las primeras fotografías Federico García Lorca aparece con su piano mostrándose como un hombre terrenal, en el típico ambiente andaluz, mostrándonos como toca, como siente la música. Mientras que en las últimas parece como si quisiera extender sus brazos para volar y dejarse llevar por el viento. En cierto modo su obra ha seguido un camino análogo al de las fotografías, empezó siendo  intensa y pasional, y fue convirtiéndose poco a poco en algo más volátil e incorpórea. 

Poeta en Nueva York. Vuelta de paseo

Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!


César Vallejo (1892 - 1938)




En estas imágenes podemos ver a César Vallejo con la mirada perdida, ausente, un tanto melancólica. Lo cierto es que el perfil de hombre solitario y triste casa a la perfección con el sentimiento que transmite su obra:

Piedra negra sobre una piedra blanca

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en Paris -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

También con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...


Rodolfo Fogwill (1941 - 2010)




Esta claro que a Fogwill no le gustaba que le sacaran fotos convencionales. 

Los Pichiciegos

Que no era así, le pareció. No amarilla, como crema; mas pegajosa que la crema. Pegajosa, pastosa. Se pega por la ropa, cruza la boca de los gabanes, pasa los borceguíes, pringa las medias. Entre los dedos, fría, se la siente después....Imaginaba la nieve blanca, liviana, bajando en línea recta hacia el suelo y apoyándose luego sobre el suelo hasta taparlo con un manto blanco de nieve. Pero esa nieve, ahí, amarilla, no caía; corría horizontal por el viento, se pegaba a las cosas, se arrastraba después por el suelo y entre los pastos para chupar el polvillo de la tierra; se hacía marrón, se volvía barro...



Bueno y hasta aquí el recorrido, no dio tiempo para más ya que al principio hubo algunos problemas técnicos. En otro post publicaré los cuadros que había en el hall del edificio donde tuvo lugar el encuentro. Os dejo con la imagen del número 34 de la revista Fábula: